domingo, 20 de marzo de 2011

THERE'S NO PLACE LIKE HOME


Hola guapos y guapas:

La verdad es que el viaje por Europa fue genial, pero después de dos semanitas trotando por todos lados, echábamos un poco de menos nuestro querido Juan les Pins. Es extraño como ahora pienso a veces en Juan les Pins como "mi casa". Cuando estoy más de dos semanas fuera, lo empiezo a echar de menos y empiezo a querer volver a la rutina.

Fijaos que acabé tan harta de la mochila, que nada más llegar una de las primeras cosas que hice fue quedar con el francés que me la prestó para devolvérsela. Bueno, ahora que lo pienso, la historia de la mochila es bastante graciosa, así que os la voy a contar:

Resulta que con este francés que me la prestó he tenido una serie de malentendidos un poco extraños que le han llevado a la errónea conclusión de que entre nosotros puede haber "algo más que amistad". No os voy a contar cómo llegó a esas conclusiones porque sería un poco largo, todo lo que necesitáis saber fue que en determinadas circunstancias me expresé mal y ahí empezó todo el lío.
El asunto es, que cuando le pedí si me podía prestar la mochila para el viaje, me puso como condición una cena a la luz de las velas los dos solos. Con esas palabras.
Yo le respondí que me parecía bien, por dos motivos: 1) necesitaba la mochila; 2) pensé que sería lo típico que se dice y luego no se cumple...o que después de las dos semanas de viaje se le habría olvidado. Pensé también que llegado el momento en el que me lo recordara, podría hacerme la loca o hacerme la ocupada. Porque vamos a ver, a mí este chico me cae muy bien, es muy majo y tal pero no es mi tipo y no causa ningún tipo de furor en mí.

Pues la cuestión es que al día siguiente me mandó un mensaje diciéndome que ya había reservado restaurante y que pasaría a buscarme a las 19.00 a mi casa. En fin...podéis imaginaros mi preocupación, no solo había hecho pensar a este hombre INVOLUNTARIAMENTE que me podía mover algún tipo de sentimiento hacia él, sino que además ahora, sin comerlo ni beberlo, tenía una cita romántica con él.

Lo peor es que la cita fue PERFECTA. Me vino a buscar a casa con un cochazo (el hombre en cuestión es rico), me llevó a Cannes a un restaurante muy romántico y bonito, con platos exquisitos y precios exorbitados.
Durante la cena, me lo pasé pipa. Era una cita en toda regla, pero con un hombre que no me gusta, por lo tanto me salté todas las normas que normalmente sigo si me voy a cenar con un chico que me gusta. Para empezar, pedí lo que me dio la gana en el menú, sin pensamientos del tipo "ay, no voy a pedir espaguetis porque si no se me van a caer por la barbilla y voy a parecer un oso comiendo". Para continuar, pude tontear despreocupadamente con el camarero (yo tengo un feeling especial con los camareros). La diversión continuó cuando me pimplé yo sola como más de la mitad de la botella de vino (pero la situación lo requería, puesto que tenía el temor de que mi cita me pondría en situaciones incómodas con los típicos halagos y cumplidos a los que no sabes qué responder cuando no correspondes esos sentimientos). Básicamente, comí y bebí todo lo que me dio la gana, hablé sin preocuparme de si me reía muy alto o de si decía chorradas, y si tenía que ir al baño, me dejaba el bolso en la silla, pasando absolutamente de aprovechar para retocarme un poco el maquillaje, que es lo que yo haría en una cita normal. Y tampoco me daba vergüenza ir al baño, que por ejemplo cuando estoy con un chico que me gusta sí que me da corte porque pienso que entonces me va a imaginar haciendo pis y eso va a provocar la pérdida automática del glamour.
En resumen: me salté todos los pasos de seducción...y me lo pasé muy bien!!!!

Cuando salimos del restaurante, mi cita involuntaria propuso dar un paseo por la playa. Verdaderamente, era la cita perfecta: cena en un buen restaurante y paseo por la playita de Cannes, que no sé si la conoceréis, pero es enorme y preciosa. El único inconveniente...era que este hombre no me atraía para nada.
Una vez en la playa, se despertaron todas mis alertas: "Carol, a ver cómo sales de ésta...éste es el típico <<momento beso>>, a ver ahora cómo te las apañas". Y la verdad que con el puntillo del alcohol y mi crisis de imaginación, lo único que se me ocurrió hacer fue tener la cara completamente girada al lado contrario de la suya, simulando admirar el mar (era de noche y no se veía nada). Y como él empezaba a mover la cabeza de forma sospechosa, lo único que se me ocurría era empezar a distraerle señalando con el dedo todo lo que veía a mi alrededor como una psicópata: "mira, un barco", "mira, un restaurante", "mira qué bonito el mar" (el mar era una masa negra en ese momento porque no se veía absolutamente nada...). Y yo, súper nerviosa, señalando todas las estupideces que nos rodeaban y con mi cara siempre apuntando en dirección contraria a la suya. Lo peor es que al hombre le encantó, y es que Joanna tiene razón, hay hombres que cuanto más loca pareces, más les gustas. Y este francés es un claro ejemplo de ello.
Finalmente nos fuimos al coche, pero ahí no acabaron mis problemas: el francés se quedó un rato hablando conmigo dentro y yo pensando "arrancaaaaa, arranca yaaaa por lo que más quieras". Fijaos si intenté espantarle que me dijo que trabajaba en una discográfica protegiendo las canciones de artistas como Lady Gaga entre otros, y yo confesándole que me había descargado el disco de Lady Gaga de internet sin pagar y por el morro, y que volvería a hacerlo una y mil veces.
Pero el hombre el pobre se partía la caja y parecía no importarle. Finalmente llegué a casa con nuestra amistad intacta, todo un logro.

Bueno, si os digo la verdad, no tengo muchas ganas de continuar escribiendo, así que el próximo día os contaré la historia de "la mochila, segunda parte", además de otras muchas cosas que se me acumulan. Os dejo la típica frase, para no perder la tradición. Julio Cortázar es un escritor que estoy empezando a descubrir.

Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo. Julio Cortázar

1 comentario:

ratonadebiblioteca dijo...

Guarra!!me has robado mi fotoooo XD

Pues hija, no se como no te gusta ese hombre!!muy feo tiene que ser jaja si sigue sin convencerte dile que tienes una hermana muy pizpireta en Madrid que está tan tronada (o más) que tu!!jajaja

Besitooooo*

PD. No creo que pueda hablar contigo hasta que seas un año más vieja porque estoy todo el día chapando como una loca :( pero ya queda menos para gorronearte la casa!!Sonríeeeee :)