martes, 13 de diciembre de 2011

JUEGOS PELIGROSOS


Hola bloguer@s!!!!
Llevo ya 3 meses en Madrid, y la verdad es que no he tenido mucho tiempo de escribir.
Cuando volví de Francia, me puse a buscar trabajo…me daban envidia mis amigas con dinero que básicamente son dos: Davinia y Viki. Tengo que hablaros de sus trabajos, son muy divertidos:
Davinia trabaja rodeada de coreanos. Hay un coreano que le tira los trastos, pero según Davinia, la llama gorda porque le dice cosas como “no te sientes ahí que lo vas a romper”.
“Pero Davi” le digo yo “a lo mejor es que ese sitio donde te ibas a sentar era muy frágil…”
“Carol” me suelta Davi muy seria “ese sitio, era mi silla”
“¿Y qué hiciste?” le pregunté, pensando que Davinia habría realizado su venganza más actualizada: dar patadas en los huevos (ésa es otra historia…)
Respuesta de Davinia:
“Le dije: como vuelvas a llamarme gorda, te aplasto con mi culo!!!”.
Jajajajajajajaja. MUY GRANDEEEEE!!!
Mi otra amiga con dinero, Viki, trabaja rodeada de daneses. Los daneses…lo más soso del planeta. En fin, conociendo a la madre de Viki, yo pensé que los daneses serían la mar de graciosos. Pero por lo visto, no lo son. Eso sí, lo que es gracioso es que la empresa de Viki se llama Spicy Ass (culo picante) jajajaja bueno, no se escribe así exactamente, pero se pronuncia así!!!! Así que cada vez que un cliente llama, Viki se ve obligada a cogerle el teléfono muy seria diciendo: Victoria B. , culito picante, ¿en qué puedo ayudarle?
Aunque la verdad, que tienen suerte de tener trabajo…yo estoy haciendo un máster y estoy HARTA de estudiar y de ir a clases. Quiero hacer algo útil, quiero retos, desafíos, actividad…y pasta, por supuesto. Estoy cansada de ir a clases!!! Por eso, en cuanto volví de Francia intenté buscar un trabajo. Y la verdad es que solo hice dos entrevistas, a cada cual más disparatada:
-En una confundí al entrevistador con un viejo que intentaba ligarme. Y claro, yo todo sonrisas y amabilidad hasta que descubrí que aquel viejo no tenía nada que ver con el trabajo que yo quería. Por supuesto, una vez desenmascarado el viejo, apareció como por arte de magia el verdadero entrevistador (CLÁSICO) al que, no sé por qué, acabé contándole la historia del viejo (nunca más volví a recibir noticias de esa empresa).
-La otra entrevista, fue rollo la granja-escuela. Se trataba de un trabajo para enseñar idiomas a niños pequeños, y la entrevistadora POR TELÉFONO me pidió que si por favor podía imitar el sonido de una vaca, de un perro, etc. Sobra decir que lo hice, pero entre carcajadas, porque además la entrevistadora se estaba haciendo pasar por una niña de tres años y hacía sonidos muy extraños rollo gu gu gu gú. En fin…SURREALISTA.
Luego empecé el máster, y me di cuenta de que no iba a tener tiempo para trabajar, ya que la asistencia es obligatoria y encima están todo el día mandándonos trabajitos, exposiciones, lecturas, etc. Así que, finalmente, dejé de buscar, aunque la verdad que me da pena porque estaba siendo muy divertido todo esto de las entrevistas.
Y luego, como a mediados de noviembre, llegó la época oscura, a la que hemos denominado “la época Jumanji”.
Nuestro Jumanji casero
Resulta que María, Marta y yo estábamos un jueves haciendo uno de nuestros habituales desayunos matutinos, con Marta sirviéndonos café como la señora Pops en unas tazas de porcelana inglesa, muy fina ella (pero eso sí, con sus habituales comentarios de loca-cabreada...los desayunos en casa de Marta son lo más parecido que existe a tomar el té con Hitler!!!) y de puro aburrimiento, decidimos crear un juego borrachil para nuestras noches de juerga y desenfreno.
Dibujamos el típico tablero, con pruebas o juegos en cada casilla. La verdad es que nos quedó muy divertido, y quisimos jugar cuanto antes. Así que, a la primera oportunidad que tuvimos empezamos una partida, que por supuesto no pudimos acabar, porque este juego es lo más borrachil que os hayáis encontrado nunca, y si consigues terminarlo y sobrevivir a todas las casillas, verdaderamente vas en coma etílico.
Pues la primera noche que jugamos,  a María le pasó de todo y perdió su bolso porque iba tan tajada que le dio el cambiazo en la discoteca con una chaqueta ajena, y no sospechó nada hasta que llegó a la mismísima puerta de su casa y quiso utilizar las llaves (en mi cabeza me gusta imaginármela intentando abrir la puerta con una manga de chaqueta-ajena). La siguiente noche, a mí me pasó de todo y me robó el bolso un delincuente que encima se gastó mi saldo y no contento con eso, pidió un anticípame saldo de 4 euros (que es que hace falta ser ruin…). Y la tercera noche, a Marta le pasó de todo y su bolso de piel y todo su contenido acabó empapado por una copa, con la consecuente pérdida de móvil, etc. Y encima, yo amanecí abrazada a una bolsa de pan bimbo (?).
Afortunadamente, esa última partida la terminamos, y pensamos que ya nos habíamos librado de la maldición del juego…hasta la última noche, que por poco ese maldito juego nos mata!!!! Yo soy partidaria de abandonarlo en una playa como en la peli, porque yo ya no puedo con más disgustos.
En fin, creo que no hay nada más digno de ser contado…la foto que os dejo arriba es de cuando estuve en la Plaza Mayor con Davi para ver las luces de Navidad. Nos compramos un gorrito, que ES LO MÁS: es como un gorro de bruja pero en realidad es un árbol de Navidad, con su estrellita y todo en la punta. En fin, lo pasamos como enanas, y dimos bastante el cante, como a nosotras nos gusta. Acabo de acordarme de que debería haberos contado la historia de cuando Davi y yo fuimos al bingo…jajaja pero eso otro día, que ahora quiero irme a la cama!!!!
Besitos y felices fiestas a todos!!! (aprovecho para felicitaros las fiestas porque…no nos vamos a engañar, es poco probable que vuelva a escribir otra entrada antes de Navidad).

The world is so full of a number of things,
I'm sure we should all be as happy as kings
Robert Louis Stevenson