martes, 18 de enero de 2011

DESCUBRIENDO COLORES EN EL VIENTO

NOTA MENTAL: Tengo que dejar de creerme que soy Pocahontas.


                                                                             

Pocahontas y yo, un mismo ser
Tengo agujetas y estoy malita. Y todo por culpa de "el síndrome de Pocahontas". El domingo me pasé el dia andando descalza entre rocas, subiendo por piedras y bañándome en el mar (aunque haga sol y sea la Costa Azul, EN ENERO HACE FRÍO). Así que estoy hoy hecha unos zorros.

Igualmente, no me arrepiento. Me atrevo a decir que el domingo FUE EL DÍA PERFECTO:
Hacía sol, el mar estaba precioso. Joanna, Caroline y yo fuimos en barco con unos franceses a una isla de monjes cerca de Juan Les Pins. El barquito era de uno de los franceses, y era monísimo: era pequeñito pero iba muy bien equipado: con su aparato de música y una buena reserva de botellas de vino y cervezas.
Una vez en la isla, hicimos un picnic, tomamos el sol y visitamos un castillo en ruinas. Me encantan los castillos en ruinas, siempre me han parecido lugares muy románticos.



CASTIIIIIIILLO!!!

Jugando al cache-cache con Joanna

Coucou!
jum...

Yo fui la primera valiente
en meterse en el agua


Cuando llegó el atardecer, yo ya no podía contenerme las ganas de meterme en el agua. No es que hiciera calor precisamente, pero el agua estaba preciosa, transparente...y congelada. Pero Pocahontas se había apoderado de mí, así que decidí bañarme, y Joanna y Álex tampoco se lo pensaron dos veces cuando me vieron tan dispuesta.

Aquí os dejo fotos de este momento tan genial que vivimos:





Joanna y yo, baño al atardecer


Joanna, Álex y yo jugando en el mar


Mini Carol marinera
 Estaba anocheciendo y solo quedaban ya dos barcos en la isla. Uno era el nuestro, el otro pertenecía a unos franceses músicos que componían bandas sonoras para películas. Empezamos a hablar con ellos y nos quedamos por la noche bebiendo y charlando.
Me encantan las personas bohemias, fue muy interesante hablar con ellos, la manera que tenían de ver la vida, la pasión que demostraban por el arte, su manera de vivir tan hippie (su casa era el barco).
Siempre me ha gustado mucho la gente bohemia. Reconozco que yo no creo que pudiera llevar ese estilo de vida, soy demasiado señorita como para vivir en un barco y llevar una vida tan sencilla y sin responsabilidades, pero la verdad es que siempre he fantaseado con la idea de vivir así (síndrome de Pocahontas).
En fin, fue una noche mágica, bebiendo al aire libre con gente tan diferente alrededor de una estufa, en un lugar tan solitario, donde solo podían oirse nuestras voces y el sonido de las olas.

El resto del fin de semana, también estuvo bien, aunque fue bastante más corriente:
El viernes salimos de fiesta por Niza. Estuvimos en un bar muy divertido donde se podía bailar sobre las mesas. Había música en directo, un ambiente muy británico con muchos inglesitos, chicos guapos...
Bailé eufóricamente sobre una de las mesas, y luego sobre el escenario con un negro que hacía movimientos demasiado sexys para mi gusto, pero bueno...
Cogí el micrófono para lanzar el siguiente mensaje: "¡viva España!" y "¡Guapoooooooos! which means, beautiful peopleeeee" jajajaja. La gente debió pensar que estaba colgada.
Pero a pesar de que no os lo creáis, no iba muy tajada. Lo que ocurre es que echaba de menos Madrid y esas noches un poco de locura en la capital.

El sábado estuve recorriendo pueblos con un español y un italiano. Estuvimos tomando fotos, viendo puestas de sol, etc. Por la noche fuimos a una fiesta de cumpleaños. Fue una noche un poco movidita, entre los invitados había una "Lady Gaga" que me dejó un poco con cara de Poker Face!!! wooooah!!!
Y nada, por último os dejo un par de fotos del fin de semana. Ya tengo la memoria de la cámara llena de tantas fotos que hago, pero es que no puedo evitarlo, la luz de aquí es demasiado especial.












At twilight, nature is not without loveliness, though perhaps its chief use is to illustrate quotations from the poets.  Oscar Wilde

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